Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,

para que vean vuestras buenas obras,

y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”

(Mateo 5:16)

 

Podemos brillar en la literatura que nosotros hacemos circular. 

Spurgeon dijo: “Yo muy raramente daba un Nuevo Testamento de regalo. Creía que eso era una pérdida de tiempo. El mes pasado, sin embargo, tuve una gran sorpresa. Al pagar la cuenta a un taxista que me había llevado a casa, escuché de él este comentario: ‘hace mucho tiempo que el señor no usa mi taxi’. ‘Yo no me acuerdo de usted’, dijo Spurgeon. “Creo que hace unos catorce años atrás, dijo el taxista, ‘y creo que recordará este Nuevo Testamento’. En seguida él sacó el pequeño Testamento de su bolsillo. ‘¿Fui yo quién le dio ese Nuevo Testamento?’ ‘OH, sí’, dijo él, ‘y Usted habló sobre mi alma y mi salvación. Nunca alguien había hablado de aquella manera’. ‘Y está aún bien conservado, después de tanto tiempo’. “Yo lo he utilizado con todo cariño, pues, es para mí muy precioso’. Él lo había guardado, realmente, con mucho cuidado.” 

Es una gran bendición para nosotros, y para quien lo reciba, cuando regalamos a nuestros amigos una literatura cristiana. A veces gastamos nuestro dinero y nuestro tiempo buscando algo que pueda alegrar el corazón de aquéllos a quien queremos y no lo conseguimos. Podemos gastar mucho dinero y el resultado no ser el mejor. Pero, ¿por qué no regalar una Biblia, o un Nuevo Testamento, o un buen libro?. Son presentes que podrán marcar el inicio de una nueva vida y la transformación de toda una familia.

En Recursosg12 encontraras las mejores opciones para sorprender a quien más amas. Libros y biblias que ciertamente alumbraran el camino de muchos y, principalmente, el tuyo. 

Conocer a Cristo y el camino de la vida eterna es una experiencia que nunca olvidaremos, y, llevar a otros para este mismo camino, produce un regocijo casi semejante al momento en que recibimos nuestra propia salvación. 

¿Será que alguien se acordará de ti por un libro que tu obsequiaste hace más de diez años? 

Si tu das un libro capaz de cambiarle la vida, aun cuando pasen cincuenta años, ¡jamás se olvidará! 

Ese será EL MEJOR REGALO

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